Fri, Jul 5, 2024

Tres preguntas clave para entender el Compliance Anti-Corrupción en Centro América

En el presente ensayo abordaremos el fenómeno de la corrupción en el mundo de los negocios desde tres preguntas clave. La posibilidad de construir e impulsar planes y programas anticorrupción efectivos depende, en buena medida, del entendimiento que se tenga de las siguientes interrogantes: 1) ¿en qué situaciones ocurre la corrupción?; 2) ¿cómo ocurre realmente la corrupción?; y 3) ¿quién suele estar involucrado en los actos de corrupción? Este breve ensayo intenta dar respuesta a estas preguntas desde la perspectiva de compliance anticorrupción. Además de tener como base múltiples lecciones aprendidas de casos investigados y judicializados de pago de sobornos tanto en negocios locales, como en operaciones transnacionales; y esfuerzos estratégicos en la lucha contra la corrupción en Centro América.

Particularmente, el análisis sobre estas tres preguntas cobra mayor importancia en los países de El Salvador, Guatemala y Honduras, también agrupados como el Triángulo Norte de Centroamérica. Países que históricamente han presentado importantes cifras de corrupción en la región de acuerdo con índices como el de Estado de Derecho del Programa Mundial de Justicia, y de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, y quienes a su vez han liderado diferentes esfuerzos y estrategias para luchar contra la corrupción y abogar por una cultura de Estado de Derecho. De acuerdo con el CSIS (2021), “desde mediados de la década de 2000, los países centroamericanos han adoptado diversos enfoques para combatir la corrupción.” Guatemala aceptó la presencia de Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y Honduras aceptó la Misión de Apoyo a la Lucha contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).1  En sincronía con estos esfuerzos de desarrollo y lucha contra la corrupción, el gobierno de Estados Unidos también ha impulsado varias acciones estratégicas, entre las que se encuentra la aprobación de la "Ley de Mejora del Compromiso Estados Unidos-Triángulo Norte", la Fuerza de Tarea del Triángulo Norte de USAID, y la Estrategia para Abordar las Causas Profundas de la Migración en Centroamérica. Dada la relevancia otorgada a la lucha contra la corrupción, estos esfuerzos multilaterales deberían ser tenidos en cuenta tanto en el momento de participar en una investigación en la región por un posible acto corrupto, como al momento de diseñar un programa de cumplimiento y anticorrupción acorde a las realidades de la región. 

¿En qué situaciones ocurre la corrupción?

Uno de los principales asuntos a entender de la corrupción es por qué, en un momento dado, una compañía decide comprometerse en un acto corrupto. Desde un análisis corporativo, la experiencia y la evidencia empírica existente nos indican que, en general, las organizaciones tienen incentivos grandes de corrupción en cinco tipos de escenarios:

  • Para comprar alguna ley o norma que puede afectar su negocio o industria a la que pertenece. Típicamente esto se observa cuando una empresa conoce que está por emitirse o se está discutiendo una regulación que puede limitar o controlar su participación en determinada industria. Entonces decide “comprar” la norma para que el legislador o el regulador no afecte sus intereses.
  • Para obtener o retener un contrato. En general, los escándalos de corrupción ocurren en torno a los procesos de compras y licitaciones. Acceder a contratos o ser favorecidos con concesiones suele tener un fuerte incentivo para que las compañías –y sus directivos—decidan asegurarse el contrato mediante pagos ilegales.
  • Para evadir una multa o sanción. Las empresas que enfrentan algún tipo de multa económica, sea por una violación regulatoria o por un incumplimiento normativo, suelen tener incentivos para, a través del soborno, comprar la no sanción del ente regulador.
  • Para obtener licencias o permisos necesarios para la operación de sus negocios. En muchos casos, se ha visto que la obtención de una licencia o permiso implica para las compañías acelerar sus procesos productivos, por ejemplo, para abrir una nueva tienda, para ampliar la fábrica que se tiene o conseguir los permisos de importación o exportación que se requieren. En todos estos escenarios, las empresas pueden percibir que corrompiendo obtienen una ventaja competitiva.
  • Para acceder a beneficios o incentivos económicos, por ejemplo, por medio de créditos blandos o préstamos a fondo perdido, que pueden implicar paras las empresas ganancias relativamente rápidas y poco cuestionadas. Este tipo de escenario se observa, sobre todo, entre pequeñas y medianas empresas que, a través de pagos ilegales, aseguran su incorporación a este tipo de programas.

¿Cómo ocurre realmente la corrupción?

Sin desconocer causas y efectos del fenómeno de la corrupción desde sus diferentes aristas psicológicas, sociales, legales y culturales; desde el punto de vista organizacional, algunos autores han analizado cómo la corrupción se puede convertir en un proceso aceptado y justificado por industrias y sectores completos. Pero persiste una importante cuestión sin ser analizada cabalmente: ¿cómo sucede, en la práctica, la corrupción? La experiencia nos indica que el acto corrupto suele presentarse de seis maneras distintas, de forma no limitante, aunque muchas veces de manera combinada.

  • Por medio de transferencias bancarias a paraísos fiscales. Usualmente este tipo de corrupción está asociada a cuantiosos pagos de dinero y que suelen verse inmersos en esquemas más o menos sofisticados de lavado de dinero. Son, cuando se detectan, los asuntos relacionados con la llamada “gran corrupción”: la corrupción de las grandes cifras y de los nombres públicos.
  • Por medio de pagos frecuentes, relativamente pequeños, presupuestados incluso y que suelen disfrazarse como gastos en la contabilidad de las empresas. Por ejemplo, gastos relacionados con patrocinios, donaciones, viáticos, honorarios de servicios profesionales, publicidad, etcétera. De esta manera las empresas buscan mantener los beneficios que “compran” de manera constante y segura.
  • Por medio de regalos. La experiencia nos indica que los regalos muchas veces tienen una intención corrupta, es decir, comprar la conciencia o decisión de una persona en particular que, gracias a su posición, puede favorecer en un momento dado a una empresa. Los regalos pueden ser desde objetos aparentemente triviales hasta regalos suntuosos. En todo caso, quien recibe un regalo suele comprometerse a decisiones opacas.
  • Por medio de beneficios o favores muchas veces a través de terceras personas. En diversos casos se ha observado que el soborno no sucede necesariamente a manera de dinero, sino por medio de favores cuyo beneficiario incluso puede no ser directamente la persona corrompida. Así se detectó, por ejemplo, en una ocasión en la que el soborno se entregó por medio de la contratación, por parte de una trasnacional, del hijo de un funcionario público que entregó irregularmente un contrato. La contratación del hijo del funcionario sucedió de una manera fuera de los estándares normales del negocio de la trasnacional, claramente como pago por el beneficio recibido.
  • Por medio de entretenimiento. Lastimosamente la corrupción está fuertemente asociada con conductas no éticas, dentro y fuera de los espacios de trabajo. En varios países, especialmente de América Latina, se ha observado que grupos delictivos, vinculados con trata de blancas y explotación sexual, suelen asistir a las negociaciones ilegales que redundan en la concesión de contratos, licencias, permisos o cualquier otro tipo de beneficios para las empresas involucradas.
  • Por medio de pagos irregulares triangulados por terceras partes. Esta última modalidad es quizá la más utilizada. En un informe reciente del Departamento de Justicia, de los Estados Unidos, se reveló que le 60% de los casos investigados y sancionados por violaciones a la Ley Federal Americana, FCPA (por sus siglas en inglés de “Foreing Corrupt Practices Act”), han sido pagos indebidos por medio de terceras partes. El uso de consultores, abogados, gestores o cualquier otro tipo de terceros puede prestarse a triangular sobornos. De ahí la importancia que tiene para un programa de Compliance asegurarse que los proveedores de las empresas entiendan y cumplan cabalmente con los protocolos de control interno anticorrupción.

¿Quién suele estar involucrado en los actos de corrupción?

La corrupción no sucede en el vacío. Si hay corrupción es porque existen personas, individuos específicos, que llegan a algún tipo de acuerdo y efectúan el intercambio ilegal: unos recibiendo el soborno y otros entregando el dinero, el regalo o el favor requerido. Y en ese sentido es importante esclarecer quiénes son las personas que, desde el lado de las compañías corruptas, suelen involucrarse en estas malas prácticas. La evidencia empírica existente nos señala a tres grupos de corruptores:

  • Aproximadamente el 10% de los pagos de sobornos están directamente relacionados con funcionarios de rango directivo o corporativo. Este grupo representa a la alta dirección de las empresas que en algún momento dado deciden corromper para obtener algún beneficio espurio, muchas veces incluso en contravía de las propias políticas corporativas de las empresas a las que pertenecen.
  • Aproximadamente el 30% de los pagos de sobornos los realizan individuos que pertenecen a los mando medios o gerenciales de las empresas. Menos de la mitad de este grupo de corruptores suele actuar por instrucciones de sus superiores, en algún esquema más o menos consciente y tolerado de supeditación gerencial (management override). Pero la otra mitad suelen ser individuos que actúan por su propia cuenta e iniciativa. ¿Por qué lo hacen? La experiencia nos sugiere que esto sucede sobre todo cuando la persona quiere “resolver” un problema rápido y, de esa manera, ganarse el respeto y admiración de sus superiores, especialmente cuando el soborno a pagarse está relacionado con la obtención de algún permiso, licencia o evadir una multa.
  • El 60% de los pagos de sobornos se relacionan con terceras partes, como contratistas, abogados, gestores, prestadores de servicios profesionales, etcétera. Estas terceras partes suelen utilizarse por las empresas para gestionar diversos asuntos y trámites. En la práctica, lo que se ha observado es que muchas veces estas terceras partes, que actúan a nombre de y en beneficio de determinadas compañías, suelen actuar también como vehículos para pagar sobornos. Al igual que en el caso de los mandos medios, también se ha observado situaciones en que las terceras partes actúan por propia iniciativa, sin avisar claramente a la compañía que las subcontrata sobre el tipo de gestiones que realizan realmente. ¿Por qué lo hacen? Existen varias posibles respuestas, pero generalmente esto sucede cuando esa tercera parte quiere asegurarse su contratación por parte de la compañía que la requiere.

Justamente en el proceso de identificar quiénes están relacionados a posibles actos de corrupción, la ley de Compromiso Mejorado del Triángulo Norte de los Estados Unidos creó la Lista de Actores Corruptos y Anti Democráticos, también llamada Lista Engel. En esta lista han sido identificados funcionarios de cualquier poder de los países del Triángulo Norte o cualquier persona individual identificados como corruptos o implicados en crímenes. Desde su creación, esta lista se ha posicionado como una fuente de consultas para identificar con quién no se deberían hacer negocios en la región; además de ser un llamado de atención a posibles actores involucrados en actos de corrupción y quienes podrían perder su visa de ingreso a Estados Unidos.  

El diseño, implementación y promoción de programas corporativos anticorrupción eficaces pueden plantear desafíos. Sin embargo, varias empresas de América Central han realizado esfuerzos significativos en el desarrollo y la implementación de estrategias anticorrupción. Estas estrategias pretenden promover el Estado de derecho, fomentar el desarrollo socioeconómico y atraer la inversión extranjera. Un ejemplo de estos esfuerzos es Think HUGE, Business and Investment Council formado por líderes del sector privado de Honduras, Guatemala, El Salvador y Estados Unidos. Un área de interés para esta asociación es la creación de puestos de trabajo sostenibles a través de la inversión extranjera. Para combatir eficazmente la corrupción, es crucial comprender los riesgos asociados a los diversos procesos y funciones de las empresas. Además, un análisis riguroso de las normas internacionales de control interno, junto con la consideración del contexto regional, deben informar las estrategias operativas.

Se espera que atendiendo las tres preguntas que en este ensayo se han planteado, los diseñadores de programas anticorrupción estarán en una mejor posición para centrarse en aquellos aspectos que, la experiencia y la evidencia empírica existente, nos indican como los asuntos más importantes a tomar en cuenta. Sin embargo, cualquier esfuerzo será insuficiente si no se basa en un conocimiento profundo del escenario real de la corrupción, las circunstancias que influyen en sus orígenes y los esfuerzos previos. Estos conocimientos sirven de punto de partida para crear controles, políticas y procedimientos ajustados a los contextos específicos de cada compañía. 

Fuentes

1CSIS (2021). Navigating the United States-Northern Triangle Enhanced Engagement Act. Commentary by Daniel F. RundeLinnea Sandinand Amy Doring. https://www.csis.org/analysis/navigating-united-states-northern-triangle-enhanced-engagement-act 


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